Palacio de los Enríquez
Baza (Granada), 2018
El legado futuro.
La superposición del conjunto edilicio, palacio y monasterio, sobre el trazado del Caz—una acequia capaz de dar forma al territorio y generar una idiosincrasia que aún prevalece en el entorno bastetano—más allá de la connotación de poder, o de su singularidad arquitectónica, ha llegado hasta nosotros como símbolo de la vinculación entre dos paisajes culturales: un complejo programa habitacional nobiliario y religioso con un sistema productivo hortícola sostenido por la poderosa hidráulica de la acequia.
Para preservar el legado de este paisaje patrimonial y recuperar una secuencia espacial coherente e integrada en este enclave, atendemos al concepto de “paisaje histórico urbano” (Unesco, 2011), por lo que proponemos la creación del Parque Patrimonial de los Enríquez. Su objetivo es salvaguardar al máximo los espacios no construidos restantes, repristinarlos y convertirlos en espacio público, junto a unas arquitecturas recuperadas para el disfrute colectivo y entendiendo el patrimonio inmaterial de oficios agrícolas, jardineros, artísticos, gastronómicos y constructivos como partes inherentes al proyecto.
Magnificamos los vacíos existentes, entendidos como recintos dentro del parque, identificados en las estructuras hortícolas medievales y el jardín renacentista del palacio, Caz abajo, y patios, Caz arriba. Las huertas se llevan a su máxima extensión posible y cada parcela se delimita con caminos y árboles. El jardín del palacio se restaura y se recupera la gran alberca lúdica y de riego. Los patios de los edificios se reconfiguran con emparrados sobre estructuras ligeras, recomponiendo la relación espacial y funcional entre las arquitecturas. Éstas se restauran y dotan de un programa ajustado a las necesidades reales de Baza, usos contenidos y adecuados a los espacios disponibles. Y el parque queda conectado e integrado en la ciudad y su territorio por el camino del Caz, la histórica infraestructura que lo hizo (y hace) todo posible.