Fernanda y Bernarda
Utrera, 2004-2005
Un espacio público de color rojo.
En este proyecto, el Ayuntamiento de Utrera pidió insertar una escultura figurativa a las cantaoras Fernanda y Bernarda que ya estaba realizado, en una rotonda en el borde del Centro Histórico y con ello, reconfigurar una de las aceras.
Transformamos la acera en plaza y la rotonda en ilusión de jardín urbano. Los dos elementos interactúan más allá de la tiranía del tráfico, en un juego de escalas, texturas y geometrías. La rotonda, objeto de deseo, se conforma por la superposición de trazas, agua, vegetación, texturas y 105 macetas que dotan al lugar de escala e identidad además de una “tecnología” autosuficiente y sostenible. La plaza crea espacio público. La recorre un largo banco (26 metros de longitud, 1 metro de ancho) que materializa los flujos peatonales, envuelve los juegos de niños, genera un punto de encuentro, observa al jardín y posibilita la apropiación, uso libre y reinvención del espacio público.
El uso del color rojo revela el potencial que tienen las cualidades blandas para los entornos urbanos y toma el cromatismo como variable de proyecto para el espacio público del Sur. Elementos cerámicos, piedra natural, vegetación, estucos y pinturas, que incorporan este color de forma natural y artificial, tiñen el ambiente. El rojo es también un homenaje al flamenco (pasión y tragedia), conecta con la cultura del coche (el ideal de un Ferrari, las señales de tráfico) además de ser un color tradicional del espacio doméstico local que es llevado a la escala urbana.