Feria de Utrera
Utrera, 2019-
Una ciudad temporal, un parque permanente.
En gran parte de Andalucía, las ferias giran en torno a un campamento de casetas que durante unos días al año se convierten en lugares de permanente fiesta. La diversión se expande por el espacio público con paseos de caballos, puestos de comida, venta de bagatelas, juegos y atracciones. Estas actividades, junto con una marcada atmósfera y estética y una sofisticada coordinación entre agentes públicos y privados construyen una alegre y viva ciudad temporal.
Para que esto se dé, el espacio de una feria debe tener una escala y disposición adecuada a esta festiva domesticidad, reunir condiciones medioambientales que acompañen el disfrute de los espacios públicos y estar bien dotado en cuanto a infraestructuras para este uso concentrado e intensivo. En Utrera, el recinto está asociado al lugar histórico de la celebración, el entorno del santuario de Consolación (razón de la fiesta) ambos situados antes en la periferia rural de la ciudad. Hoy, la ciudad ha crecido al rededor del recinto, por lo que además debe funcionar como espacio público cotidiano.
La propuesta es un ejercicio de trazado de ciudad y de conexión con el tejido y los equipamientos que rodean al ferial, resolviendo cuestiones de borde, transición y continuidad entre las distintas zonas y generando nuevas centralidades. Así, se toma la direccionalidad del Paseo de Consolación y la disposición del antiguo recinto ferial para delinear las nuevas manzanas y calles, poniendo en valor la traza del camino histórico que conecta el centro de ciudad con el santuario. Se eliminan situaciones de trasera para producir continuidad entre el parque existente y el recinto, reubicando a su vez la caseta municipal al corazón de la nueva feria como equipamiento de uso permanente. Estas acciones, junto con la plantación de densas alineaciones de árboles dibujando manzanas y calles, convierte al real en un parque de avenidas arboladas y campos de oportunidad para su disfrute todo el año.