Parque Comarcal de Jaén
Jaén, 2016
De olivar a dehesa.
El futuro Parque Comarcal de Jaén se ubica en un lugar caracterizado por ser un típico paisaje periurbano y de borde que actualmente se dedica mayormente al monocultivo del olivar. En la zona se encuentran algunos bienes patrimoniales, que nos hablan de un lugar de periferia histórica hacia el que la ciudad ha ido creciendo lentamente, a la par que el uso agrícola se transformaba de regadío a secano, hasta consolidarse en olivar. La situación actual, que combina formalidad e informalidad y pone en contacto directo fenómenos antrópicos como la ciudad o la agricultura, cambiará drásticamente con el desarrollo del planeamiento urbanístico, cuando este espacio pase a tener una condición de centralidad urbana.
La intervención paisajística se sustenta en la transformación del olivar, como campo de cultivo, en una dehesa de olivos, encinas y otras especies autóctonas para conformar un parque mediterráneo “naturalizado”. Así se pasaría de un espacio agro-productivo e industrial–comercial, a un espacio recreativo de fuerte identidad paisajística e importante valor forestal.
La regla genérica de plantación para pasar del olivar a la dehesa se particulariza por las preexistencias y las condiciones de borde. Aunando todos estos elementos, la ordenación se conforma por las siguientes unidades de paisaje: la dehesa mediterránea, el bosque de galería, el paseo de la vía pecuaria, la garriga mediterránea y el pinar. A ellas se unen el paseo de la vía pecuaria, el jardín del cementerio de San Eufrasio, el mirador del Cerro del Calvario, la zona de huertos, el centro de servicios del parque, y las áreas de aparcamiento.
Así, esta propuesta informada por un pormenorizado análisis previo, fomenta la integración del parque en su entorno, tanto a nivel espacial como funcional, y lo dinamiza. Los ciudadanos con su uso, respeto, valoración e involucración acabarán de dar sentido a este parque.